La COP30 omite los combustibles fósiles ante la resistencia de los países petroleros
La conferencia del cambio climático de Belém (COP30) no logró este sábado mencionar específicamente la salida de los combustibles fósiles en su proyecto de acuerdo, a causa de la resistencia de los países petroleros y emergentes.
El modesto texto propuesto por la presidencia brasileña, que todavía debe ser aprobado por consenso durante una sesión de clausura, solo alude a acelerar la acción de manera "voluntaria".
Unos 80 países, entre ellos Colombia, Francia y España, se habían movilizado durante las negociaciones iniciadas hace casi dos semanas por obtener una hoja de ruta para salir del gas, el petróleo y el carbón.
"Nos hubiese gustado que hubiera mucho más, más ambición sobre todo", dijo el comisario europeo para el Clima, Wopke Hoekstra.
"Pero vamos a apoyar" lo que está sobre la mesa, agregó.
Francia estimó que se trata de un texto "plano" al que no se opondrá, según la ministra francesa de Transición Ecológica, Monique Barbut.
El texto llama además a triplicar la financiación para la adaptación climática de los países en desarrollo durante la próxima década.
Prevé además abrir un "diálogo" sobre el comercio mundial, una primicia en las negociaciones climáticas. China y otros países exportadores habían hecho de esa mención una prioridad en la COP30.
- La propuesta de Lula -
Hace dos años, en la COP28 de Dubái, el mundo acordó históricamente apelar a una "transición" energética para salir progresivamente de las energías fósiles, grandes causantes del cambio climático.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva propuso una idea osada en la cumbre de líderes de la COP30, hace dos semanas: publicar una hoja de ruta con pautas para esa salida.
La idea caló muy rápidamente en un grupo de países, liderado entre otros por las Islas Marshall, Colombia u Holanda.
Pero países como Arabia Saudita, Irán o Rusia se plantaron y recordaron que las decisiones se toman por consenso.
Numerosos países emergentes y pobres secundaron esa resistencia, según reconoció la presidencia brasileña de la COP, en manos del diplomático André Correa do Lago.
El principal productor de petróleo del mundo, Estados Unidos, ni siquiera acudió a Belém.
Brasil se compromete en cambio a trabajar en ese marco voluntario durante todo el próximo año, hasta que ceda la presidencia en la COP31, informó a la prensa la ministra de Transición Ecológica española, Sara Aagesen.
"La presidencia [brasileña] hará una declaración por su parte. Ellos tienen la voluntad (...) de que el abandono progresivo de los combustibles fósiles sea un trabajo al que ellos van a dedicar tiempo y esfuerzo" explicó.
La "COP de la verdad", como la bautizó Lula, ha permitido constatar que el primer objetivo del Acuerdo de París adoptado hace una década es casi inviable y que el mundo no logrará limitar el calentamiento a 1,5 °C en comparación con el siglo XIX.
El planeta ya casi llegó a este umbral.
Los últimos once años han sido los once más cálidos jamás registrados en la Tierra.
X.Maes--JdB