Una mujer de izquierda formalmente investida como presidenta de Irlanda
La política de izquierda Catherine Connolly, muy crítica de Estados Unidos y de la Unión Europea, fue formalmente investida este martes como presidenta de Irlanda, tras su elección en unos comicios en los que se presentó como única candidata independiente.
La abogada, de 68 años, sucede a Michael Higgins, de 84 años y que ocupó este cargo honorífico desde 2011 en el país miembro de la Unión Europea, con una población de 5,2 millones de habitantes.
Connolly ganó las elecciones del 24 de octubre con un 63% de los votos, superando ampliamente a su rival Heather Humphreys, del Fine Gael, uno de los partidos de centro-derecha de la coalición gubernamental.
La letrada recibió el apoyo de los principales partidos opositores, como los Verdes y la formación nacionalista Sinn Fein.
Aunque su cargo tiene un limitado papel político, sus posiciones en política exterior, defensa o vivienda podrían dar lugar a un periodo de fricciones entre la presidencia y el gobierno, consideran algunos comentaristas.
En su discurso de investidura, Connolly afirmó que, con su tradicional postura de neutralidad, Irlanda estaba "en una buena posición para formular y llevar a cabo soluciones diplomáticas alternativas a los conflictos y las guerras".
También tiene la intención de impulsar la unificación entre la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte.
La primera ministra de Irlanda del Norte, Michelle O'Neill, del partido nacionalista Sinn Fein, estuvo presente en su toma de posesión.
Por el contrario, la viceprimera ministra, Emma Little-Pengelly, del partido unionista DUP, declinó la invitación alegando un problema de agenda relacionado con las conmemoraciones del Armisticio de 1918.
Aunque la participación en las elecciones presidenciales fue mayor que en las anteriores de 2018, la votación se vio empañada por una cantidad récord de votos nulos.
Al igual que en el vecino Reino Unido, Irlanda está viviendo un debate cada vez más conflictivo sobre la afluencia de solicitantes de asilo, con manifestaciones a veces violentas.
O.M.Jacobs--JdB