

Corte Suprema de EEUU autoriza la deportación de ocho migrantes a Sudan del Sur
La Corte Suprema de Estados Unidos autorizó el jueves a la administración del presidente Donald Trump a deportar a un grupo de migrantes de varias nacionalidades, varado en una base militar estadounidense en Yibuti, hacia Sudán del Sur, un país africano devastado por la guerra.
La decisión del máximo tribunal, donde predominan los magistrados conservadores, se produce diez días después de que allanara el camino para que la administración Trump deporte a migrantes a países distintos a los de su origen.
En mayo, los ocho migrantes fueron trasladados en avión a Sudán del Sur desde Estados Unidos, pero cuando un tribunal suspendió las deportaciones a terceros países terminaron en una base estadounidense en Yibuti, un país africano que limita con Eritrea, Somalia y Etiopía.
El tribunal había alegado que a los migrantes no se les estaba dando una "oportunidad significativa" para impugnar la expulsión de Estados Unidos.
Sin embargo, el 23 de junio la Corte Suprema levantó la suspensión y dio vía libre a las deportaciones a terceros países, una decisión que rechazaron las magistradas liberales Sonia Sotomayor y Ketanji Brown Jackson.
"Lo que el Gobierno pretende, en concreto, es enviar a los ocho extranjeros que expulsó ilegalmente de Estados Unidos desde Yibuti a Sudán del Sur, donde serán entregados a las autoridades locales sin importar la probabilidad de que se enfrenten a tortura o muerte", declaró Sotomayor.
"La orden de hoy solo aclara una cosa: los demás litigantes deben acatar las normas, pero el gobierno tiene a la Corte Suprema a su disposición", añadió.
Las autoridades estadounidenses han declarado que los ocho hombres son delincuentes violentos convictos.
Entre ellos figuran dos cubanos: Enrique Arias Hierro, acusado entre otras cosas de homicidio y robo a mano armada, y José Manuel Rodríguez Quiñones, condenado por intento de asesinato y tráfico de cocaína, según el Departamento de Seguridad Interior.
También el mexicano Jesús Muñoz Gutiérrez, sentenciado a cadena perpetua por asesinato. El grupo lo completan dos birmanos, un vietnamita, un laosiano y un sursudanés.
El gobierno de Trump ha defendido las deportaciones a terceros países como necesarias, bajo el argumento de que los países de origen de algunos de los deportados a veces se niegan a aceptarlas.
Trump basó su campaña presidencial en la promesa de expulsar a millones de inmigrantes indocumentados de Estados Unidos, y ha tomado una serie de medidas para acelerar las deportaciones desde que regresó a la Casa Blanca en enero.
O.M.Jacobs--JdB