Lula insta a priorizar la salida de las energías fósiles en la COP30
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dejó claro este miércoles que la salida de las energías fósiles debe ser la prioridad de la COP30, pero matizó que cada país debe poder hacerlo a su ritmo, en la recta final de las negociaciones en Belém.
Brasil quiere a toda costa que la primera COP en la Amazonía sea un éxito, y la flexibilidad es un ingrediente imprescindible en las negociaciones climáticas.
Lula acudió de nuevo a la COP30, algo raro para un presidente, para dar un empujón a las negociaciones, y en una declaración ante la prensa abogó porque "cada país sea dueño de determinar lo que puede hacer dentro de su propio plazo y dentro de sus propias posibilidades" para salir de las energías fósiles.
Los casi 200 países miembros de la COP ya anunciaron hace dos años que su objetivo era emprender una transición para abandonar esos combustibles emisores de gases de efecto invernadero.
Pero ahora más de 80 países están conformando una alianza cada vez más poderosa, que exige una hoja de ruta, con plazos y pautas, para pasar esa página.
Esa hoja de ruta es uno de los puntos a discusión más calientes en Belém, y países productores como Arabia Saudita no quieren ceder más terreno.
"Hay que mostrar a la sociedad que queremos" salir de esas energías, enfatizó Lula, cuyo país es el octavo productor de petróleo del mundo.
A la COP30 no acudió por otro lado Estados Unidos, el principal productor.
Lula aseguró que esperaba "algún día" poder convencer al presidente Donald Trump del peligro que representa el cambio climático y se mostró "muy feliz" del avance de las negociaciones.
"El presidente Lula habló como si la COP ya hubiera terminado, pero no es así. Necesitamos ver todo este optimismo reflejado en el texto final", reaccionó la organización ecologista Greenpeace.
Brasil anunció, por otro lado, que Alemania aportará 1.000 millones de euros a otra iniciativa brasileña lanzada en la COP30, un Fondo para la preservación de las selvas tropicales (TFFF).
- Encerrada todo el día -
La presidencia brasileña de la conferencia se mantuvo por su parte encerrada durante todo el día, para alumbrar un nuevo borrador de acuerdo de la conferencia que previsiblemente será publicado el jueves.
La COP30 termina oficialmente sus trabajos en la noche del viernes.
La estrategia es aprobar primero un texto más político y complejo, bautizado "Mutirão mundial", en alusión a un término indígena que significa discusión en común, para luego votar el resto de medidas al final.
El martes, la propuesta inicial, con las principales aspiraciones políticas de la COP30, fue acogida con disparidad de criterios, algo habitual en las negociaciones del clima de la ONU, donde todo debe ser adoptado por consenso.
Además de la posible hoja de ruta para la salida de los combustibles fósiles, los otros puntos de discordia son cómo financiar la adaptación al cambio climático y una posible mención a las medidas comerciales unilaterales, un tema que irrita particularmente a la Unión Europea (UE).
La UE tiene una medida medioambiental conocida como "impuesto sobre el carbono", que una mayoría de países considera una barrera comercial unilateral.
El argumento de los europeos es que permitir la entrada de productos que no cumplen con los estándares medioambientales de la UE supone una competencia desleal.
"Debe haber una mención, porque [esas medidas] se vuelven un obstáculo en lugar de algo posibilitador", declaró a la AFP la ministra mexicana de Medio Ambiente, Alicia Bárcena.
El año pasado, la COP29 aprobó triplicar esa financiación hasta situarla en 1,3 billones de dólares en 2035, y ahora los países en desarrollo quieren abordar la composición exacta de ese monto, y reequilibrarla.
Más del 64% del dinero que se invierte cada año en el mundo contra el cambio climático sirve para mitigar sus efectos, y solo el 19% para adaptarse a ellos.
"Más que reabrir tenemos que repensar todo ese monto global de 1,3 billones. Cómo conseguimos que no solo la parte pública sea la protagonista, sino cómo apalancamos tanto la financiación privada como los distintos bancos multilaterales", explicó a periodistas la ministra española de Transición Ecológica, Sara Aagesen.
K.Laurent--JdB