

Reino Unido y UE celebran una "nueva asociación estratégica" cinco años después del Brexit
El Reino Unido y la UE saludaron este lunes una "nueva era" tras alcanzar una serie de acuerdos en materia de defensa, pesca y control de alimentos, en su primera cumbre bilateral en Londres desde el Brexit, hace cinco años.
Tras meses de negociaciones, Reino Unido y UE concluyeron un asociación relativa a Defensa y extendieron doce años suplementarios, hasta 2038, el acuerdo de pesca que concluía en 2026 y que permite a los barcos europeos faenar en aguas británicas y viceversa.
A cambio, los británicos podrán exportar más fácilmente sus productos hacia el mercado europeo, gracias al reconocimiento mutuo de normas fitosanitarias.
En ese sentido, ambas parte acordaron reducir los controles sobre los alimentos en sus futuros intercambios, una demanda británica clave en el marco del acuerdo concluido este lunes en la Lancastaer House Londres, para relanzar las relaciones diplomáticas y comerciales.
- Acuerdo sanitario -
Bruselas y Londres establecerán un acuerdo sanitario y fitosanitario para facilitar estos intercambios agroalimentarios, y también se comprometen a una "cooperación más estrecha" sobre los derechos de emisión, lo que permitirá a las empresas británicas evitar el impuesto al carbono de la UE.
Según el gobierno británico, estas medidas deberían aportar "cerca de 9.000 millones de libras (casi 12.000 millones de dólares) a la economía de Reino Unido de aquí a 2040".
"Estamos concluyendo una nueva asociación estratégica adaptada a nuestra época, que traerá beneficios reales y tangibles en materia de seguridad, inmigración irregular, precios de la energía, agroalimentación, comercio y otros, reduciendo las facturas, creando empleos y protegiendo nuestras fronteras", declaró el primer ministro británico, Keir Starmer.
El dirigente laborista habló de "nueva era" al recibir en Londres a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y al presidente del Consejo, Antonio Costa.
Por su parte, Von der Leyen, en la red social X, afirmó que la cumbre es "una verdadera oportunidad de pasar página y escribir un nuevo capítulo en nuestra relación".
La reunión en Lancaster House se enmarca en el deseo de Starmer de "reiniciar" las relaciones entre ambas partes.
Starmer intenta buscar un difícil equilibrio entre su deseo de reforzar los lazos con los 27 países del bloque y no dar munición al ascenso de la extrema derecha británica, partidaria de un Brexit duro.
Las negociaciones han tenido puntos sensibles, con más tensiones, como las cuotas pesqueras y la movilidad de los jóvenes.
Ambas partes mostraron desde el principio una clara voluntad de llegar a un acuerdo en defensa, en pleno esfuerzo de Europa para rearmarse frente a la amenaza rusa y las incertidumbres generadas por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Reino Unido tiene mucho que ganar con un acuerdo de este tipo, que podría permitir a empresas británicas de defensa beneficiarse de contratos financiados por la UE.
"Lo más destacado en la cumbre es la cooperación en seguridad, que puede permitir que las empresas de defensa británicas puedan licitar para contratos financiados por el fondo de 150.000 millones de euros (167.000 millones de dólares) de la UE", explica a la AFP Iain Begg, profesor de la London School of Economics.
- Puntos de fricción -
Junto con la pesca, la movilidad de los jóvenes es un punto de fricción.
Bruselas desea que los jóvenes europeos de entre 18 y 30 años puedan ir a estudiar o trabajar en Reino Unido durante varios años, y viceversa, mientras que el gobierno de Starmer, que ha hecho de la reducción de la inmigración una de sus prioridades, desea un acceso más limitado.
"Ofrecer un esquema de movilidad juvenil a los ciudadanos de la UE será más difícil, y es probable que solo veamos un esbozo de un posible nuevo arreglo, no un acuerdo definitivo", explica Iain Begg.
Este acuerdo con la UE llega cuando el partido de extrema derecha Reform UK, que siempre ha abogado por una ruptura total de los lazos con la UE, lidera las encuestas de intención de voto.
"Starmer estará interesado en no darle a Reform UK munición política a corto plazo en cuestiones relativas a la inmigración y la libre circulación de personas", afirma a AFP Martin Steven, profesor de política en la Universidad de Lancaster.
Antes de que se concretara, Nigel Farage y Kemi Badenoch, líderes respectivos de Reform UK y el Partido Conservador, ya lo habían calificado de una "capitulación" ante Bruselas.
E.Janssens--JdB