Journal De Bruxelles - Espectáculo botánico en Rio: palmeras florecen por única vez antes de morir

Espectáculo botánico en Rio: palmeras florecen por única vez antes de morir
Espectáculo botánico en Rio: palmeras florecen por única vez antes de morir / Foto: Pablo PORCIUNCULA - AFP/Archivos

Espectáculo botánico en Rio: palmeras florecen por única vez antes de morir

Un espectáculo botánico extraordinario está cautivando a residentes y turistas en Rio de Janeiro: varias palmeras talipot plantadas hace más de seis décadas están floreciendo por primera y última vez en su vida.

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Los ejemplares, ubicados en el extenso parque Aterro do Flamengo y el Jardín Botánico, fueron introducidos en la ciudad por el legendario paisajista Roberto Burle Marx en la década de 1960.

Ahora, con aproximadamente 65 años de edad, estas gigantes han alcanzado el momento culminante de su existencia.

La talipot (Corypha umbraculifera), originaria del sur de India y Sri Lanka, es una de las especies de palmeras de mayor tamaño del planeta y sus ejemplares más altos superan la treintena de metros.

Su particularidad más asombrosa es que florece una sola vez durante toda su vida, en un evento que solo ocurre cuando alcanza entre 40 y 70 años.

"La palmera talipot solo fructifica una vez en la vida, y puede llegar a dar hasta 5 millones de frutos", señaló a la AFP Marcus Nadruz, del Instituto de Investigaciones del Jardín Botánico de Rio de Janeiro.

Las inflorescencias o grupos de flores agrupadas en tallos, comenzaron a desplegarse en octubre y forman enormes coronas en la cima de las palmeras, repletas de millones de diminutas flores amarillentas.

El proceso completo, desde la apertura de las primeras flores hasta la maduración de los frutos, tomará cerca de un año, explica Nadruz. Pero este esplendor tiene un final inevitable: una vez que los frutos caigan, las palmeras iniciarán un proceso irreversible de muerte.

"Yo nací en 1961, entonces ella tiene mi edad y está en la flor de la vida", dice emocionada Deborah Faride, una carioca que reside en São Paulo y viajó especialmente para contemplar el fenómeno.

"Tenemos la misma edad y estamos floreciendo juntas. Solo con un detalle: que la talipot va a morir. Y yo voy a continuar, si Dios quiere", añade sonriente, antes de continuar sacándose fotos junto a una amiga con las palmeras de fondo.

El Jardín Botánico planea recolectar las semillas para cultivar nuevas mudas que reemplazarán a estas veteranas y también las distribuirá para proyectos de paisajismo en espacios públicos.

A.Parmentier--JdB