

El Parlamento Europeo adopta normas más estrictas contra microplásticos
El Parlamento Europeo adoptó definitivamente el jueves un reglamento que refuerza la lucha contra los microplásticos al abordar los gránulos plásticos industriales (GPI), unas microesferas utilizadas en la fabricación de todos los objetos de este material.
El texto amplía la responsabilidad por las pérdidas de GPI en el medio ambiente a las empresas de transporte marítimo, que deberán embalar y etiquetar debidamente estos productos y alertas en caso de pérdida accidental.
El reglamento había sido comprometido por los eurodiputados, la Comisión Europea y lo Estados miembros. El lunes fue aprobado en comisión parlamentaria y este jueves en pleno.
Estos gránulos, producidos por la industria petroquímica en millones de toneladas cada año en todo el mundo, son enviados por barco o camión a las empresas transformadoras de plástico para ser convertidos en objetos o componentes.
Cada año se pierden varias decenas de miles de toneladas en la Unión Europea (UE) —entre 52.000 y 180.000 en 2019, según la Comisión Europea—, contaminando mares y suelos.
En el mar, los gránulos, también apodados "lágrimas de sirena", pueden causar "mareas blancas" que llegan a las playas y son extremadamente difíciles de limpiar.
La inclusión del transporte marítimo en la normativa, que hasta ahora estaba exento, constituye el principal avance del texto.
En virtud del reglamento adoptado el jueves, los armadores deberán alertar inmediatamente a los servicios de emergencia competentes, y tomar medidas para limitar los daños.
Posteriormente deberán proporcionar en un plazo de 30 días una estimación de la cantidad de microplásticos vertida en el medio ambiente.
"Con este reglamento, ya no podrán decir: 'ah, no, no soy yo'", dijo a AFP el ponente del texto, el socialista César Luena. "Se les pone una responsabilidad y son los primeros responsables en advertir a las autoridades", destacó.
Todas las empresas, europeas o no, que transporten más de cinco toneladas de microplásticos al año dentro de la UE deberán cumplir con el nuevo reglamento, en un plazo de dos años para el transporte terrestre y de tres para el marítimo.
Las industrias que produzcan, transporten o transformen estos gránulos deberán elaborar planes de evaluación de riesgos para contener posibles fugas y emprender rápidamente operaciones de limpieza si fuera necesario.
Las grandes empresas que produzcan o transporten más de 1.500 toneladas de microplásticos al año tendrán cinco años desde la entrada en vigor del texto para obtener una certificación de un organismo independiente.
K.Willems--JdB