

En EEUU, organizaciones judías se oponen a estrategia de Trump contra antisemitismo
Luchar contra el antisemitismo sí, pero ¿cómo? En Estados Unidos muchas organizaciones judías lamentan el aumento de los incidentes de odio, pero se oponen a la estrategia de Donald Trump para combatirlos en medio de las tensiones por la guerra de Israel en Gaza.
Ataques contra el personal de la embajada israelí en Washington, bombas incendiarias en una marcha en Colorado para pedir la liberación de los rehenes israelíes en poder de Hamás, fuertes tensiones en las universidades: la violencia relacionada con el odio a los judíos o a Israel se ha disparado en Estados Unidos.
En octubre, el grupo de reflexión conservador Heritage Foundation, que está detrás del "Proyecto 2025", la hoja de ruta que moldea la política de Trump, publicó el "Proyecto Esther", una "estrategia nacional" para combatir el antisemitismo.
La iniciativa propone "desmantelar" las organizaciones "antiisraelíes", "antisionistas" y "propalestinas" que integran la "red de apoyo a Hamás" que se ha "infiltrado" en universidades como Columbia y Harvard.
Y para ello, Heritage Foundation aboga por despedir a profesores, impedir el acceso de estudiantes extranjeros a las universidades, "expulsar" a otros de Estados Unidos y privar a las universidades de fondos públicos, medidas que Donald Trump está tratando de imponer desde su regreso al poder en enero.
- "Completamente ridículo" -
Heritage Foundation no respondió a las solicitudes de entrevista de la AFP.
Pero para Stefanie Fox, directora de Jewish Voice for Peace (JVP), no hay duda de que "el Proyecto Esther traza el camino para que la administración Trump afine la normativa legal que hará avanzar los objetivos de (su) movimiento MAGA (Hagamos América grande de nuevo)".
El JVP, una organización judía que aboga por "detener el genocidio en Gaza", es citada en el Proyecto Esther como miembro de la "red de apoyo" del movimiento palestino Hamás.
"Esto es infundado, paranoico e irrisorio", dice a la AFP Fox, cuya organización se sitúa a la izquierda de los cerca de 7,2 millones de judíos estadounidenses, junto a personalidades como Peter Beinart, autor del libro "Ser judío tras la destrucción de Gaza".
Aunque el 89% de los judíos estadounidenses dice estar preocupado por el antisemitismo, el 64% desaprueba los esfuerzos del presidente para combatirlo, según una encuesta reciente para el Jewish Voters Resource Center, un instituto especializado en el electorado judío estadounidense.
"Hay antisemitismo en las universidades, no voy a negarlo (...) pero la idea de que para combatir el antisemitismo hay que arremeter contra la educación superior es completamente ridícula", dice a AFP Kevin Rachlin, uno de responsables del proyecto Nexus.
Esta iniciativa, opuesta al Proyecto Esther, pretende combatir el antisemitismo sin coartar la libertad de expresión, según Rachlin.
La estrategia de Trump "no protege a los judíos, sino que nos hace aún menos seguros" porque busca "separar" a la minoría judía del resto del país e ignora el antisemitismo de derechas, argumenta Rachlin.
"Los judíos estamos más seguros cuando nos coaligamos con otros grupos y minorías", afirma, y añade que es mejor combatir el antisemitismo sensibilizando a la gente y no arremetiendo contra grupos o universidades.
- Cuestión de edad -
La edad es un factor decisivo en las posiciones de los judíos estadounidenses, dice el escritor y periodista Eric Alterman.
"Lo que está sucediendo hoy en Gaza es muy difícil de digerir para los judíos estadounidenses, especialmente para los jóvenes. Hay una línea divisoria muy clara: cuanto mayor eres, más simpatizas con Israel; cuanto más joven, más simpatizas con los palestinos", dice a la AFP.
"A la mayoría de los judíos estadounidenses (...) no les gusta (el primer ministro Benjamin) Netanyahu, no les gusta esta administración (Trump), no les gusta la guerra en Gaza (...) y están atrapados en el medio", añade Alterman, que publicó recientemente un artículo sobre "la próxima guerra civil judía por Donald Trump".
Cuando Trump arremete contra la educación superior en nombre de la lucha contra el antisemitismo, muchos son los que piensan que está "explotando" este asunto para "destruir" la libertad de expresión.
En las últimas semanas, diez grandes organizaciones judías rechazaron en una carta la "falsa elección" que propone el gobierno del republicano entre "seguridad judía" y "democracia".
"No hay duda de que el antisemitismo va en aumento", pero es la "democracia" y "el acceso a la educación superior" los que han permitido "a los judíos estadounidenses florecer durante siglos", sostienen.
Entre los firmantes se encuentra la Unión para el Judaísmo Reformista (URJ), dirigida por David Saperstein, uno de los rabinos más influyentes de Estados Unidos.
Aunque aprecia que el gobierno "preste atención a la creciente intensidad del antisemitismo", se opone a los ataques contra las universidades, los medios de comunicación y el estado de derecho.
"Irónicamente, están atacando las instituciones democráticas que han dado a los judíos estadounidenses más derechos, más libertades, más oportunidades de las que jamás hemos tenido en nuestros 2.600 años de historia de vida diaspórica", dice a la AFP.
C.Bertrand--JdB