

Reconocimiento facial en los estadios, ¿un freno a la violencia en el fútbol?
En una enésima tragedia en el fútbol sudamericano, una joven de 23 años muere por el impacto de una botella de vidrio lanzada durante una pelea entre barristas de Palmeiras y Flamengo fuera del estadio en Sao Paulo.
El culpable es arrestado en horas, gracias al reciente sistema de reconocimiento facial en Brasil.
Los controles biométricos -con huella digital o reconocimiento facial- en estadios con más de 20.000 asientos son obligatorios por ley en el gigante sudamericano desde julio, como medida para reforzar la seguridad.
La iniciativa es pionera en Sudamérica, aunque equipos como el argentino River Plate apuestan por esta tecnología, muy eficiente también para golpear la reventa de ingresos.
El Palmeiras fue el primero en Brasil: el acceso al Allianz Parque comenzó a ser 100% vía reconocimiento facial en 2023.
El aficionado registra su rostro y datos personales vía internet. Ya no necesita boleto.
"Sabemos exactamente quién está en cada silla", dice a la AFP Oswaldo Basile, encargado de auditoría interna del club. "Podemos establecer responsabilidades si hay problemas".
En el caso de la muerte de Gabriela Anelli en julio de 2023, el Palmeiras determinó por cámaras en qué momento la botella fue lanzada en las proximidades de uno de los portones del estadio.
La información de todas las personas que entraron por el portón fue cruzada con videos en la calle para identificar al agresor.
El reconocimiento facial ha sido probado en estadios de fútbol en Europa, aunque las leyes de protección de datos limitan su aplicación, por riesgos de filtraciones personales o errores.
En Estados Unidos, equipos de las ligas de básquet (NBA), béisbol (MLB) y fútbol americano (NFL) pusieron en marcha la identificación biométrica, también con controversia.
Los clubes brasileños deben mantener por ley la confidencialidad de los datos personales.
- "Más seguro" -
Tironi Paz Ortiz, CEO de Imply, compañía de sistemas biométricos que trabaja con clubes y selecciones en varios países sudamericanos, comenta a la AFP que la legislación que obliga a usar esta tecnología representa "un gran avance" en la "prevención" de la violencia.
En mayo, destaca, en vísperas de un partido entre Fortaleza y Colo Colo de la Copa Libertadores, el sistema de la Arena Castelão bloqueó unos 500 intentos de compra de entradas por aficionados chilenos vetados por infracciones de seguridad.
El encuentro entre ambos equipos en Santiago el mes anterior había sido suspendido tras una avalancha de hinchas que dejó dos fallecidos, dos chicos de 13 y 18 años.
El Palmeiras además da cuenta de prófugos de la justicia identificados y apresados por las autoridades en su estadio, en un convenio con la policía de Sao Paulo.
Más de 200 fugitivos han sido detenidos, incluidos narcotraficantes y homicidas, según el club.
Antes de entrar al Allianz Parque, Lucas Lagonegro, un aficionado con una chaqueta del Palmeiras, dice sentirse "más seguro".
"Hay más niños, más mujeres, más familias", considera este abogado de 32 años.
Directivos consultados por la AFP confirmaron que la medida animó a más familias a acudir al estadio.
La asistencia a los estadios se mantiene estable, con una media de más de 26.000 espectadores por juego en el Brasileirão 2025.
- Costos -
Un sistema de reconocimiento facial propio puede costar 1,5 millones de dólares, dependiendo del estadio, según Imply. La cifra es inalcanzable para el grueso de los equipos sudamericanos.
Así, el Internacional de Porto Alegre prefiere alquilarlo por unos 4.500 dólares mensuales para el Beira-Rio.
"Al ser un estadio que recibió la Copa del Mundo (en 2014), tenía numerosas cámaras, así que conseguíamos identificar rostros de infractores (...), pero era difícil saber sus nombres", indica André Dalto, vicepresidente de administración del club.
Hoy, declara a la AFP, se logra "fácilmente".
No obstante, expertos consideran clave la coordinación con autoridades.
Los organismos de seguridad argentinos, por ejemplo, fueron responsabilizados de no actuar a tiempo en la descomunal batalla campal entre aficionados de Independiente y Universidad de Chile en Avellaneda en un juego de la Copa Sudamericana en agosto.
La gresca, una de las peores de los últimos años en la región, dejó 19 heridos, dos de gravedad, y más de cien detenidos.
El reconocimiento facial "puede servir en tanto sean eficientes el resto de los componentes (de seguridad): la policía, la justicia", dice a la AFP el sociólogo colombiano Germán Gómez, autor del libro "Fútbol y barras bravas, un fenómeno urbano".
Y subraya la necesidad de ir más allá de lo punitivo, con campañas "pedagógicas" de prevención.
O.M.Jacobs--JdB