Journal De Bruxelles - El tejido de lana 'tweed', una tradición que se perpetúa en una isla al norte de Escocia

El tejido de lana 'tweed', una tradición que se perpetúa en una isla al norte de Escocia
El tejido de lana 'tweed', una tradición que se perpetúa en una isla al norte de Escocia / Foto: Andy Buchanan - AFP

El tejido de lana 'tweed', una tradición que se perpetúa en una isla al norte de Escocia

"¡Cuando vemos el 'tweed' en las pasarelas de moda, no nos imaginamos que proviene de aquí!", afirma orgulloso Alexander MacLeod, un exbanquero de 38 años, frente a su telar, en una antigua granja en la isla escocesa Scalpay.

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Alexander MacLeod se convirtió en tejedor hace 2 años, contribuyendo junto con otros habitantes de las islas Lewis y Harris, al noroeste de Escocia, a la revitalización del sector del 'tweed', un tipo de tela de lana gruesa y resistente, después de un largo período de declive.

El 'tweed', un símbolo del patrimonio escocés, "siempre ha formado parte de la cultura de aquí. Ahora es un sector atractivo", en las islas Hébridas Exteriores, subraya este treintañero, originario de la isla Scalpay, conectada con Harris por un puente.

"Es algo bueno perpetuar la tradición", añade.

Alexander MacLeod se fue siete años a trabajar en la banca, pero el llamado de sus raíces era fuerte y regresó a la isla.

Durante el día, trabaja para una empresa local de cosméticos. Por la noche se pone a tejer, pacientemente, en su antigua granja de piedra.

El Harris Tweed, fabricado de manera tradicional con 100% de lana virgen de oveja, es el único tejido protegido por una ley del Parlamento británico de 1993.

La ley establece que debe ser "tejido a mano por los isleños en sus hogares en las Hébridas Exteriores, (...) con lana virgen teñida e hilada" en estas islas.

- "Resurgimiento" -

El tejedor habla de su "satisfacción" una vez terminado el 'tweed'.

El tejido, que antes se asociaba con la aristocracia británica, se envía luego a la fábrica de hilado, donde se controla su calidad, en busca del más mínimo defecto. Y finalmente, puede recibir el valioso sello "Harris Tweed", un globo coronado por una cruz que certifica el origen y la autenticidad de este tejido, otorgado por la Harris Tweed Authority (HTA).

Luego, la lana 'tweed' deja la isla, siendo comprada regularmente por marcas de lujo como Christian Dior, Chanel, Gucci.

Varias marcas de zapatillas como Nike, New Balance o Converse lo han adoptado para ediciones limitadas.

En total, hay 140 tejedores, según la HTA, que en 2023 lanzó una campaña de reclutamiento en respuesta a las numerosas jubilaciones y ofreció talleres para enseñar el oficio.

Este saber hacer, a menudo transmitido de generación en generación, ahora se ha abierto a otros perfiles.

"Es bueno ver llegar a personas más jóvenes", se felicita Kelly MacDonald, la directora de operaciones de la HTA.

"Cuando me uní al sector, hace unas dos décadas, realmente me preguntaba si sobreviviría", recuerda.

El declive fue "severo", pero poco a poco hubo "un resurgimiento".

"Ahora estamos constantemente en la búsqueda de nuevos mercados", explica.

El 'tweed' se exporta a países como Corea del Sur, Japón, Alemania o Francia.

Ya no depende del mercado norteamericano, como pudo haber sido antes, por lo que debería sufrir de manera limitada los aranceles impuestos por el presidente estadounidense, Donald Trump.

En 2024, se produjeron más de 580,000 metros de 'tweed', indica la HTA, que señala que el sector ha experimentado "un crecimiento significativo" en los últimos años.

- Slow fashion -

El 'tweed' se ha "modernizado", celebra Cameron MacArthur, quien trabaja en una de las tres fábricas de hilado, la Carloway Mill, en el oeste de la isla Lewis.

Tiene 29 años pero trabaja allí desde hace 12. La fábrica, con sus grandes máquinas, parece no haber cambiado en décadas, pero él ha visto la evolución, con el rejuvenecimiento del personal, pero también del propio tejido.

"Estamos muy ocupados. Recibimos pedidos de todas partes", cuenta.

El joven está "orgulloso" de trabajar con este producto local.

Kelly MacDonald también señala que el tweed responde a las expectativas de una moda más ecológica, en las antípodas de la "fast fashion".

"Es bonito mirar un mapa y decir: 'Mi chaqueta viene de esa pequeña isla'", destaca.

El proceso de fabricación es "muy largo". Somos el ejemplo perfecto de la 'slow fashion'", dice Kelly MacDonald sonriendo.

Y.Niessen--JdB