Journal De Bruxelles - Ser pastor por una semana: un programa de verano tan insólito como popular en Finlandia

Ser pastor por una semana: un programa de verano tan insólito como popular en Finlandia
Ser pastor por una semana: un programa de verano tan insólito como popular en Finlandia / Foto: Alessandro Rampazzo - AFP

Ser pastor por una semana: un programa de verano tan insólito como popular en Finlandia

Ovejas blancas y negras se acercan balando a Petri Stenberg en un prado salpicado de flores estivales en el centro de Finlandia, a la espera de que el joven veraneante les de avena para comer.

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Stenberg participa con su esposa Oona y sus hijos Fia y Hugo, de 2 y 4 años, en la "semana del pastor", un programa de vacaciones muy popular en Finlandia que combina el descanso con la conservación de la naturaleza.

Una antigua granja situada en una idílica isla del Parque Nacional de Isojarvi, a la que solo se puede acceder en barco o a pie, atravesando el bosque y un puente, es uno de la decena de lugares remotos donde los finlandeses pueden solicitar pasar una semana cuidando ovejas, por su cuenta y sin la ayuda de pastores profesionales.

Históricamente, las ovejas y otros animales de pastoreo han desempeñado un papel esencial en el mantenimiento de la biodiversidad y los entornos para la flora y la fauna.

Pero los cambios en las prácticas forestales y agrícolas, así como la "drástica" disminución del número de pequeñas granjas en Finlandia, fragilizan estos ecosistemas tradicionales, explica Leena Hiltunen, experta de Metsahallitus, empresa propiedad del Estado finlandés.

Como parte de su misión de gestionar y proteger tierras, bosques y lagos, Metsahallitus organiza las estancias en praderas seminaturales y pastos arbolados en lugares delicados.

"El principal objetivo de las semanas del pastor es sensibilizar a la gente sobre estos biotopos tradicionales", subraya.

En el pasado, la vegetación de la isla de Isojarvi se mantenía de forma natural gracias al pastoreo de ovejas, que impedía la proliferación de matorrales, permitiendo así la supervivencia de especies vegetales e insectos que ahora están amenazados.

En comparación con los años 50, hoy en día queda menos del 1% de los paisajes tradicionales de Finlandia, según Metsahallitus, la mayoría de los cuales se encuentran en zonas protegidas.

- Vacaciones que atraen a los finlandeses -

Para la temporada de verano, Metsahallitus recibió 12.764 solicitudes de 2.236 personas, muchas de ellas para varios lugares. En total, se asignaron 158 semanas de pastoreo por sorteo.

La familia Stenberg, que vive en Vantaa, al norte de Helsinki, probó suerte varias veces antes de ser seleccionada este año, cuenta Oona Stenberg.

Una semana suele costar entre 400 y 670 euros, según el lugar.

El alojamiento es rudimentario y sencillo, en cabañas o chalets de madera en medio de la nada, a menudo sin agua corriente y a veces incluso sin electricidad.

"Algunos nos preguntan por qué queremos pagar para cuidar de las ovejas y la tierra", ríe Oona Stenberg.

"Pero para nosotros es toda una experiencia, y a los niños les encanta", añade sorbiendo su café frente a la casa amarilla que alquilaron, rodeada de viejos edificios de madera y una sauna junto al lago.

En Finlandia, mucha gente pasa los veranos en cabañas o chalets rústicos de madera en el campo. Hiltunen explica que solo los finlandeses pueden solicitar las semanas del pastor, porque hay que saber "gestionar este modesto estilo de vida" de forma autónoma en la naturaleza.

"No tenemos recursos suficientes para hacer publicidad en el extranjero, ni para tener a alguien in situ que explique cómo funciona todo", dice.

- "Un descanso" -

En esta isla se respira un ambiente de serenidad, bajo un cielo gris que presagia lluvia.

La familia tiene orden de contar la decena de ovejas todos los días, "y asegurarse de que gozan de buena salud, de que comen lo suficiente y de que las vallas están en buen estado", explica Petri Stenberg, normalmente conductor de excavadora.

"Aquí vivimos realmente cerca de la naturaleza. Damos de comer a las ovejas dos veces al día, hemos ido a la sauna, nos hemos bañado y hemos pescado", cuenta Oona Stenberg, fisioterapeuta.

"Aquí no he visto las noticias ni una sola vez. No hay televisión ni teléfonos. En cierto modo, mi mente se ha calmado y estoy viviendo el momento", confiesa.

La pequeña granja estuvo en funcionamiento hasta 1989, antes de ser comprada por Metsahallitus en la década de 1990.

Hojeando las páginas de un cuaderno que estaba en la casa, Petri Stenberg muestra escritos y algunos dibujos de ovejas hechos por anteriores visitantes, en los que documentaban su vida cotidiana y sus observaciones.

"Es un verdadero descanso de la vida cotidiana", concluye Petri Stenberg.

O.M.Jacobs--JdB