Journal De Bruxelles - El acuerdo para que Dinamarca reubique a sus presos extranjeros en Kosovo suscita dudas

El acuerdo para que Dinamarca reubique a sus presos extranjeros en Kosovo suscita dudas
El acuerdo para que Dinamarca reubique a sus presos extranjeros en Kosovo suscita dudas / Foto: Armend Nimani - AFP/Archivos

El acuerdo para que Dinamarca reubique a sus presos extranjeros en Kosovo suscita dudas

El acuerdo para que Dinamarca reubique a sus presos extranjeros en una cárcel de Kosovo a cambio de pagarle más de 200 millones de dólares al país balcánico suscita las dudas de las oenegés y de los habitantes.

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El acuerdo, alcanzado en 2022 y ratificado en 2024 por el parlamento de Kosovo, permitirá que hasta 300 presos extranjeros encarcelados en Dinamarca lleguen a partir de 2027 a este territorio de la península balcánica, que declaró su independencia unilateralmente en 2008.

Los presos no deben haber sido condenados por terrorismo o crímenes de guerra, ni padecer una enfermedad mental o terminal. Una vez cumplida su condena en Kosovo, serán deportados a su país de origen.

A cambio, Dinamarca pagará a Kosovo 200 millones de euros (unos 230 millones de dólares), más de seis veces el presupuesto anual del Ministerio de Justicia kosovar.

Los detenidos estarán recluidos en un centro de la localidad de Pasjak, a unos 50 km al sureste de la capital, Pristina, donde pronto comenzarán las obras de renovación de las instalaciones para acoger a los nuevos huéspedes.

El estrecho camino que conduce a la prisión de ladrillos rojos divide el pueblo en dos, dejando a unos 1.500 residentes en un lado, mientras que la escuela, la mezquita y el cementerio están en el otro, cerca de la prisión, rodeada de altos muros con alambre de espino y puestos de observación.

- "No nos preguntaron" -

El proyecto ha dejado a algunos habitantes perplejos. "No sabemos a quién traerán, ni si supondrán una amenaza para la aldea", se pregunta Zeke Zeka, un agricultor de 57 años y vicepresidente de la aldea.

"Si fueran buenos, Dinamarca se los quedaría y no los trasladaría fuera del país", añade con amargura.

Su mujer, Hasime, de 57 años, lamenta mientras tiende la ropa en el patio tener una prisión prácticamente en la puerta de su casa. Pero "no se puede evitar, no nos preguntaron", dice resignada.

Las dudas se extendieron incluso dentro de la prisión, donde los guardias se sienten discriminados.

"Seguiremos trabajando por el mismo sueldo, pero bajo un régimen danés, más exigente, cuyo nivel de exigencia es de los más altos de Europa", explicó uno de ellos a AFP durante una visita a la prisión, bajo condición de anonimato.

El acuerdo estipula que Kosovo "debe realizar los ajustes necesarios en las instalaciones penitenciarias para garantizar que cumplen los requisitos del Estado de origen", es decir Dinamarca, explicó Ismail Dibrani, director del Servicio Penitenciario de Kosovo.

"Por supuesto, la distribución se adaptará al sistema penitenciario danés", añadió, precisando que habrá "talleres donde los presos podrán trabajar en imprenta, costura, diseño, etc".

- "Capacidad suficiente" -

Del lado danés, el gobierno nombró en abril a un alto funcionario, Mads Beyer, para codirigir la prisión, en cooperación con las autoridades locales.

Su trabajo, según confirmó a AFP, consistirá en "garantizar que los presos cumplen sus condenas de acuerdo con las normas danesas y en condiciones similares a las que se aplican en las cárceles danesas".

El Comité contra la Tortura de la ONU expresó su preocupación por este proyecto, al igual que el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y de las Penas o Tratos Inhumanos o Degradantes y varias oenegés.

Pero el acuerdo entre Dinamarca y Kosovo genera gran interés en Europa.

La reubicación de presos es una cuestión que "no es tabú", declaró recientemente el presidente francés, Emmanuel Macron. Suecia, a su vez, anunció el martes su intención de alquilar plazas penitenciarias en Estonia.

"A diferencia de la mayoría de los Estados europeos que se enfrentan a la superpoblación carcelaria, nosotros tenemos capacidad suficiente", explicó Dibrani.

"Nuestra capacidad carcelaria es actualmente de 2.500 plazas, mientras que actualmente tenemos unos 1.800 presos", señaló.

P.Mathieu--JdB